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Septiembre suele sentirse como un “segundo año nuevo” en el hemisferio norte: las rutinas regresan y nace la necesidad de planear. Junto a la ilusión del comienzo, también puede aparecer presión por fijar objetivos y ser más productivos. El mindfulness nos recuerda que no se trata de buscar perfección, sino de establecer intenciones amables que nos guíen con consciencia. Pequeñas pausas y acciones cotidianas pueden convertirse en anclas para vivir con más calma y claridad.

Empieza el nuevo año con mindfulness y autocompasión. Aprende a crear hábitos sostenibles con prácticas de cuidado y presencia.

Aquí tienes diez maneras prácticas de cultivar el mindfulness o la atención plena, ya sea que estés en casa, en la oficina o en movimiento.

No hay una medalla de oro para el que medita más o con más frecuencia. Las prácticas de mindfulness no forman parte de una competencia.

Descubre la profundidad del amor propio más allá de ir al spa. Exploremos cómo darnos amor puede ayudarnos a gestionar el estrés laboral.